OIT. Mi experiencia como parte de la delegación argentina

Haber participado de la Comisión de Trabajo Decente en la economía de plataformas significó no solo comprender el proceso de formación de una norma internacional, sino medir el pulso global acerca de un tema tan relevante como controvertido. Fijar las bases, conceptos y límites de lo que será el Convenio más la Recomendación significó para mí una gran responsabilidad y compromiso.

Experimentar el sentimiento colectivo de haber ganado una batalla con pares sindicalistas de los 187 países participantes fue ratificar una vez más que estoy en el camino correcto, que la defensa y protección de aquellos más vulnerables es, sin duda, mi vocación y objetivo de vida.

Traje conmigo infinidad de momentos compartidos, aprendizajes, el conocimiento de otras realidades mundiales, que seguramente serán el abono para empezar a trabajar temas que aún no se han instalado en la agenda de nuestro país.

Parafraseando al compañero Gerardo Martínez, secretario internacional de la CGT, con quien tuve el honor de compartir esta experiencia, que expresó muy acertadamente:

Estuve ahí, en Ginebra, en el corazón de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), cuando miles de delegados de todo el mundo escribimos un nuevo capítulo en la lucha por los derechos laborales. No fue una conferencia más: fue una cita con el presente urgente y el futuro posible. Y desde la CGT lo vivimos con un rol protagónico.

Trabajo de plataformas: una batalla en marcha

Desde 2022 venimos trabajando intensamente para que la realidad de millones de trabajadores y trabajadoras de plataformas -jóvenes, precarios, invisibilizados- llegue al centro de la agenda de la OIT. Esta vez lo logramos. La CIT acordó comenzar la elaboración de un nuevo Convenio y una Recomendación sobre el trabajo decente en la economía de plataformas, con miras a su adopción en 2026. Fuimos parte del diseño de esa estrategia y, durante la conferencia, desde la CGT, lideramos los debates y trabajamos activamente en el comité de redacción.

Sabíamos que estábamos sentando las bases para un cambio histórico: logramos acordar el primer derecho al acceso a la información de los algoritmos y su impacto no solo en las condiciones de trabajo de los trabajadores de plataformas, sino también en su acceso.

Lo vivido en la CIT 2025 no fue un trámite ni una foto. Fue una afirmación colectiva de que el trabajo decente no es una utopía, sino un derecho que se construye con convicción, organización y lucha internacional.

Estar ahí, representando a nuestra CGT y a los trabajadores de nuestro país, fue un honor y una responsabilidad.

Seguiremos en el camino, con más fuerza que nunca. Porque cuando la clase trabajadora se sienta a la mesa global, el mundo empieza a cambiar.

Laura Sasprizza
Secretaria de Prensa de UTHGRA Nacional.