Los trabajadores del museo más visitado del mundo anunciaron un paro desde el 15 de diciembre, en reclamo por las condiciones laborales y el estado de las instalaciones, tras una seguidilla de incidentes que encendieron las alarmas.
Una empleada fue despedida por WhatsApp y la Justicia lo consideró improcedente. El tribunal ordenó que sea reincorporada o que reciba una indemnización superior a los 8.000 euros.