17 de diciembre de 2025
El titular de UTHGRA Capital apoyó públicamente el proyecto del Gobierno con el argumento del alto nivel de trabajo informal que existe en la actualidad. Sin embargo -en una clara contradicción- también señaló que la reforma por sí sola no generará trabajo.
Dante Camaño expresó este lunes su apoyo explícito a la reforma laboral enviada por el Gobierno al Congreso y se desmarcó del rechazo impulsado por la CGT. Lo hizo durante el acto en el que asumió un nuevo mandato al frente de la seccional porteña de la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA). El principal argumento que utilizó para respaldar la iniciavita fue el alto nivel de trabajo informal existente en la actualidad. Sin embargo, en una clara contradicción, también sostuvo que la reforma "por sí sola" no va a generar más empleo.
Al asumir su nuevo mandato, el sindicalista -que ya había confesado haber votado a Javier Milei- calificó la iniciativa oficial como una propuesta "moderna" que incorpora cambios en el mundo del trabajo que "ya los produjo la realidad y es algo obvio en un país donde más de la mitad de los trabajadores están en negro". De esta manera, el dirigente porteño marcó distancia de la conducción cegetista, que convocó a una movilización para este jueves en Plaza de Mayo
Camaño profundizó esa diferenciación al respaldar la decisión del Gobierno de impulsar cambios que limitan el cobro de las cuotas solidarias. "Estoy muy de acuerdo pero en las cuotas de los afiliados, los que voluntariamente se afilien van a seguir igual porque reciben del gremio muchísimas cosas. Si el Gobierno quiere cambiar la historia, que la cambie. Que se afilie el que quiera y por la cuota que se le ocurra pagar. No se puede hacer de prepo", señaló. Luego agregó: "acá hay que operar y todos los sabemos, porque el sistema está enfermo, pero el problema es si operamos bien u operamos a los cuchillazos".
El dirigente gastronómico -enfrentado desde hace años con Luis Barrionuevo- también defendió modificaciones contempladas en el proyecto laboral, como el fraccionamiento de las vacaciones. Señaló que se trata de cambios ya instalados en la práctica: "Hay cambios que ya los produjo la realidad". Y ejemplificó: "Antes se tenían 21 días o 30 de vacaciones y el trabajador se tomaba todos los días seguidos porque era la costumbre. Pero hoy la gente ya no se toma esas vacaciones largas, lo más normal es que se tome 5 días o una semana. Se ve en los hoteles sindicales donde el 95% de los pedidos de alojamiento de los trabajadores son de una semana, el tiempo mismo cambia la historia".
Respecto a la reforma de la jornada laboral y el banco de horas, sostuvo una postura similar: "Esa propuesta en el caso de los gastronómicos ya existe. La reforma ya fue hecha, la hace la gente, los propios trabajadores la están haciendo. Y lo estamos aceptando todos, los sindicatos, los empresarios, porque es el curso natural de las cosas. Plantear esto ahora como un conflicto es una estupidez".
Para Camaño, el proyecto oficial no solo es oportuno, sino inevitable ante la expansión del empleo informal: la reforma laboral "es algo obvio en un país donde más de la mitad de los trabajadores están en negro, donde hay millones de desocupados, donde el empleo público es mayoría y también hay gente en negro". También afirmó que se trata de una herramienta "necesaria frente a la gravedad de la crisis".
Sin embargo, aclaró que los cambios legislativos no alcanzarán por sí solos para impulsar el empleo: "Si creemos que solamente la reforma laboral va a generar nuevos puestos de trabajo estamos muy equivocados. Va a mejorar algunas cuestiones, sí, pero para que haya más trabajo tiene que haber mayor producción y mayor inversión empresaria y eso no depende de si se fraccionan las vacaciones o no".
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.