22 de diciembre de 2025
Empleados denuncian hasta 60 horas semanales por sueldo mínimo, falta de pago extra en festivos y sobrecarga laboral en una empresa con beneficios millonarios. La similitud con el banco de horas propuesto por la reforma laboral argentina.
Centenares de empleados de El Corte Inglés se concentraron este sábado en las calles de Madrid, liderados por la CGT de España, para denunciar las duras condiciones laborales que enfrentan en una de las mayores cadenas de distribución de España. En concreto, denuncian que las horas de trabajo semanales llegan hasta las 60, y los slaarios apenas superan el mínimo.
Los manifestantes reclaman además derecho a la conciliación, el pago adicional por trabajar domingos y festivos, el cese de la persecución a activistas sindicales y alertan sobre la influencia de "pseudo-sindicatos instaurados para controlar a los empleados".
La protesta pone el foco en una situación que los trabajadores califican de insostenible, con impactos directos en su salud. "Tenemos una plantilla mayor de 40 años. Un trabajador de 60 no puede aguantar la cantidad de peso de trabajo que tenemos. Psicológica y físicamente estamos muy mal", declara Melissa Caycho, secretaria general de la sección sindical de CGT en El Corte Inglés, según informó Infobae.
Otra de las principales quejas es la ausencia de compensación por las jornadas en días festivos. "Dentro de nuestro salario mensual entra todo, domingo y festivos. Cobramos más o menos el salario mínimo más incentivos", explica Caycho, quien añade que estos incentivos -basados en objetivos de ventas y que pueden sumar entre 60 y 100 euros mensuales- no llegan a sectores como cajeros o reponedores. "Trabajan con el doble de esfuerzo que el de venta y sin embargo no tienen ningún tipo de aliciente".
El convenio colectivo de 2018 es otro punto de conflicto, al permitir jornadas de hasta diez horas en domingos y festivos, con horarios de 11:00 a 21:15. "Sin contar que ellos cierran las tiendas, pero nosotros nos tenemos que quedar obligatoriamente a cerrar la tienda. Eso no está pagado. No hablamos de dinero, hablamos de calidad de vida", detalla la sindicalista.
Los contratos de jornada irregular agravan la precariedad, permitiendo a la empresa variar las horas semanales -de 36-37 en períodos bajos a 56-60 en picos de actividad- sin exceder la jornada anual máxima. El sistema, recuerda al banco de horas que propone el gobierno argentino con la reforma laboral, solo que en vez de ser por semana, el cálculo es anual. Además, los empleados carecen de beneficios sociales adicionales, por lo que incluso veteranos con décadas de antigüedad perciben salarios cercanos al mínimo. "Es una de las mayores empresas de España, con más de 80.000 trabajadores, y tenemos salarios precarios que no permiten vivir".
Caycho critica el contraste con los resultados empresariales: "Sacaron 512 millones de euros en su último beneficio y nuestro salario ha subido este año un 1%, sabiendo que estamos sacando a la empresa adelante". El sindicato busca "desbloquear el mínimo" como primer paso hacia mejoras generales.
Otro factor de sobrecarga es la "omnicanalidad", que obliga a los dependientes en tienda a gestionar también pedidos online mediante dispositivos portátiles, duplicando tareas en una plantilla que, en los últimos diez años, ha reducido en 20.000 personas su personal.
La movilización refleja un creciente malestar en el sector, en un contexto de tensiones laborales que CGT promete mantener con nuevas acciones si no hay avances.
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