9 de diciembre de 2025
Los trabajadores del museo más visitado del mundo anunciaron un paro desde el 15 de diciembre, en reclamo por las condiciones laborales y el estado de las instalaciones, tras una seguidilla de incidentes que encendieron las alarmas.
Los trabajadores del Museo del Louvre han convocado este lunes una huelga. La fecha de inicio, el 15 de diciembre, pero podría prolongarse los días siguientes, en un contexto de una fuerte controversia por el deterioro de las instalaciones del emblemático museo parisino.
El objetivo de ese paro «prorrogable», que se votó por unanimidad en una asamblea general a propuesta de las centrales CGT, CFDT y Sud, es denunciar las condiciones de trabajo y la falta de recursos, según fuentes sindicales citadas por los medios franceses. Desde los sindicatos advierten que los problemas estructurales afectan no solo al patrimonio, sino también a la seguridad y al normal desarrollo de las tareas cotidianas.
La medida de fuerza tiene fuerte repercusión en virtud de que el Louvre es el museo más visitado de todo el mundo. La decisión de los trabajadores afectará al turismo y a aquellos que ya tengan programada la visita a la ciudad francesa. Se especula con que el impacto de la medida podría redundar en una rápida reacción por parte de las autoridades, mejorando las condiciones del museo y las condiciones de trabajo.
La convocatoria a la huelga se conoció un día después de que trascendiera un grave incidente ocurrido el pasado 27 de noviembre, cuando varios cientos de libros antiguos resultaron dañados por una inundación en la biblioteca de antigüedades. El episodio fue provocado por la avería de tuberías cuyo mal estado ya era conocido con anterioridad.
De acuerdo con el sitio especializado La Tribune de l'Art, el agua empapó la moqueta y afectó áreas de trabajo, aunque los operarios lograron cortar el suministro antes de que alcanzara un cuadro eléctrico ubicado en un nivel inferior, lo que podría haber derivado en un incendio de consecuencias mayores.
Los problemas edilicios no son nuevos. El 17 de noviembre, la dirección del museo dispuso el cierre de un sector de oficinas y, de manera preventiva, de una galería de antigüedades griegas situada debajo, tras detectarse fallas de fragilidad en varias vigas de esa zona del complejo.
A estos episodios se suma un hecho que generó fuerte impacto público: el robo ocurrido el 19 de octubre en la galería de Apolo, cuando un grupo de ladrones ingresó a plena luz del día mediante un montacargas móvil y sustrajo joyas de la corona de Francia. Si bien los cuatro integrantes del comando fueron detenidos, las piezas robadas no pudieron ser recuperadas.
Las conclusiones de la investigación administrativa abierta para determinar responsabilidades y fallos en la seguridad serán presentadas el próximo miércoles en el Senado. Para los trabajadores, esta sucesión de hechos expone un deterioro evidente del museo, una situación que también repercute directamente en sus condiciones laborales y que explica la decisión de avanzar con la medida de fuerza.
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