26 de mayo de 2025
La empresa alimenticia inició un ajuste en su planta bonaerense que incluye despidos y reducción de salarios. Desde la comisión interna denuncian riesgos para la salud de los trabajadores y condiciones laborales ilegales.
Molinos Río de la Plata, una de las principales empresas alimenticias del país, atraviesa un conflicto gremial en su planta de Esteban Echeverría, donde anunció una serie de despidos y la quita de adicionales salariales. Según argumentó la compañía, estas medidas se deben a la caída de las ventas y a un contexto de consumo "deprimido".
La Comisión Interna del establecimiento denunció que la reducción de personal no solo pone en riesgo los puestos de trabajo, sino que también deja la operación "en la ilegalidad" al forzar una producción intensificada con menos trabajadores. "Quieren producir lo mismo con menos gente y eso lo pagaremos con hambre y con la salud de quienes sigan trabajando", advirtió Luciano Greco, delegado sindical.
Greco también manifestó que Molinos desconoce "muchas de las licencias por enfermedad", algo replicado en todas las plantas de la empresa. En ese marco, vinculó el accionar de la empresa con "la política antisindical y anti trabajador del gobierno nacional de Javier Milei".
Desde la empresa, que pertenece al grupo Pérez Companc -cuarta familia más rica del país según la revista Forbes-, señalaron en su último balance pérdidas atribuibles a que los precios de sus productos "aumentaron por debajo de los costos".
El gremio advirtió que continuará en estado de alerta y adelantó que no permitirá que se pongan en riesgo ni los puestos de trabajo ni la integridad física de los operarios. El conflicto promete escalar si no se encuentra una salida consensuada en los próximos días.
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