16 de agosto de 2025
Una empresa fue condenada tras cesantear a una trabajadora de dos años de antigüedad por mostrar en su perfil que buscaba empleo.
Una empresa argentina deberá pagar $2.701.009 a una trabajadora con dos años de antigüedad que fue despedida "con causa" por mantener en su perfil de LinkedIn la opción de estar "abierta a nuevas oportunidades laborales".
El empleador alegó que la actitud constituía "deslealtad" y demostraba una "falta de compromiso" con la compañía. Sin embargo, la Justicia laboral consideró que el despido fue improcedente y lo encuadró como sin causa, ordenando el pago de una indemnización que incluye salarios caídos e intereses.
El fallo llega tres años después del despido, lo que significa que el monto original -que en su momento rondaba entre $1,2 y $1,5 millones- se actualizó con intereses hasta alcanzar los $2,7 millones. En términos reales, por la inflación acumulada, el resarcimiento representa hoy mucho menos poder de compra que el que la trabajadora habría recibido si el pago se realizaba al momento del cese.
Los jueces remarcaron que nadie puede ser despedido por lo que haga en su vida privada, incluyendo lo que publica en redes sociales, siempre que no viole información confidencial ni incumpla obligaciones contractuales. Además, recordaron que el contrato de trabajo no es de exclusividad: un empleado registrado puede tener más de un trabajo al mismo tiempo, salvo acuerdo expreso en contrario.
El caso se suma a una serie de fallos recientes que limitan la intromisión empresarial en la vida personal
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