11 de diciembre de 2025
La central obrera convocó a una movilización masiva el jueves 18 de diciembre. Denuncia que la reforma laboral del Gobierno recorta derechos, facilita despidos, limita la representación gremial en los lugares de trabajo y debilita la huelga como herramienta colectiva.
La Confederación General del Trabajo (CGT) resolvió este jueves movilizar contra la reforma laboral del Gobierno. El Consejo Directivo, reunido en Azopardo, convocó a una movilización para el 18 de diciembre a las 15, con epicentro en la Plaza de Mayo, días antes de que el oficialismo intente avanzar con el tratamiento del proyecto en el Senado.
La decisión se tomó por unanimidad y expresa el clima interno de la central obrera: el rechazo es total. Para la CGT, la reforma es regresiva, un retroceso histórico que arrasa con derechos individuales y colectivos conquistados durante décadas.
El proyecto impulsado por Javier Milei apunta a flexibilizar contrataciones y despidos, recortar indemnizaciones y simplificar la desvinculación laboral. Además los gremios advierten que la reforma impulsa menos protección para los delegados, menos resguardo frente a las patronales y más discrecionalidad empresarial, lo que redundaría en un deterioro en las condiciones de trabajo.
Los cambios al régimen sindical reducen las horas retribuidas de los delegados a solo diez por mes -salvo que un convenio mejore ese piso-, e impiden que su actividad interrumpa tareas, lo que limita recorridas, asambleas y cualquier forma de organización real en horario laboral. Además, la proteccion para los delegados se debilita: empieza con la postulación, pero cae si la lista no es oficializada o no supera el 5% de los votos, lo que deja en la mira a minorías, opositores internos y delegados incómodos para las empresas.
La reforma también elimina la protección de suplentes y congresales, que pasarán a quedar desamparados frente a despidos o modificaciones unilaterales de condiciones laborales. A eso se suma una herramienta polémica: el empleador podrá pedir la suspensión cautelar de un delegado en solo cinco días si considera que su presencia "genera peligro", una definición vaga que abre la puerta a desplazamientos arbitrarios en pleno conflicto.
Para la CGT, el paquete no solo flexibiliza el mercado laboral sino que desmonta la estructura de representación que sostiene la defensa colectiva. Sin delegados fuertes, no hay derechos que sobrevivan.
El 18 de diciembre la central obrera volverá a ocupar la Plaza de Mayo. Será una señal directa al Gobierno y al Senado: la reforma laboral va a encontrar a la CGT en pie de lucha.
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