INTA. Motosierra en el INTA: el Gobierno prepara un recorte masivo y el cierre de agencias claves

El Gobierno volvió a poner en marcha su plan de "transformación" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y busca concretar un recorte de hasta 1700 trabajadores mediante retiros voluntarios, pese a los frenos que ya encontró tanto en la Justicia como en el Congreso. La iniciativa incluye una revisión completa de la estructura del organismo y podría desembocar en el cierre de centros y agencias experimentales en todo el país.

Según la Asociación del Personal del INTA (Apinta), al asumir Javier Milei el organismo contaba con 6600 empleados, número que hoy descendió a 5822. "Ha habido un gran número de gente que se ha ido, por lo cual entendemos desde el sindicato que no es factible ni un proceso de retiro voluntario ni los pases a disponibilidad, porque el INTA quedaría en riesgo de funcionamiento", advirtió Mario Romero, secretario general.

El temor laboral se profundizó a partir de las declaraciones del presidente del organismo, Nicolás Bronzovich, quien aseguró en sus recorridas por estaciones experimentales que "el INTA tiene que funcionar con menos gente que la que tenía". Para los trabajadores, ese mensaje anticipa un ajuste todavía más profundo que el ya ejecutado en el último año.

Otro punto sensible es la posible venta de tierras del INTA, una medida que hoy encuentra resistencia en las provincias. "En el interior, los consejeros no están dispuestos a entregar tierras. Es un resguardo del capital patrimonial", planteó Romero, quien remarcó que cualquier decisión deberá votarse en las regiones, lo que "va a garantizar que no salga nada".

De acuerdo con información gremial, en 2026 el INTA tendría un 30% más de presupuesto que en 2025, cifra que consideran insuficiente frente al recorte de personal y el aumento de costos operativos. "Vamos a tener un presupuesto muy acotado. En el año van a tener que ampliarlo si quieren un INTA funcionando", advirtió Romero.