OIT. "Levantemos el cepo al salario": el llamado de Gerardo Martínez en la OIT a un pacto entre producción y trabajo

En su exposición ante la 112.ª Conferencia Internacional del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, Gerardo Martínez, secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, denunció el impacto de la "policrisis global" sobre los trabajadores, criticó las políticas de ajuste del gobierno argentino y reclamó un nuevo contrato social con justicia social, diálogo tripartito y un modelo productivo con inclusión.

"El mundo se encuentra convulsionado por una policrisis. La pobreza y la desigualdad crecen. Las tensiones geopolíticas derivan en conflictos armados y en ataques a los valores democráticos", comenzó Martínez, al plantear la necesidad de repensar las prioridades globales en torno al trabajo, la tecnología y los derechos.

"Es urgente poner en marcha un nuevo contrato social que ponga a la economía y a la tecnología al servicio de las personas con una transición justa. La inteligencia artificial no puede generar una justicia social artificial. Tenemos que ponerla al servicio del mundo del trabajo para que, de un modo renovado y creativo, aumente la humanidad y no destruya a los seres humanos", expresó.

Además, ratificó el compromiso de la CGT con la Coalición Mundial para la Justicia Social, y fue enfático:

"Para los trabajadores del mundo, la justicia social es un objetivo irrenunciable para la defensa de la dignidad humana y la igualdad con un piso de protección social".

En relación a la situación en América Latina, Martínez alertó que "se agravan las brechas estructurales, aumenta la informalidad, la desigualdad y el desempleo", y que esto "compromete seriamente la calidad democrática en nuestra región y amenaza la cohesión social". También denunció que "continúan los asesinatos, persecuciones y encarcelamientos contra dirigentes y organizaciones" sindicales.

En ese marco, reivindicó los derechos fundamentales de libertad sindical y negociación colectiva, y rechazó la criminalización de la protesta:

"El derecho a huelga y el diálogo social institucionalizado son conquistas históricas que fortalecen la gobernanza".

Sobre la situación nacional, el dirigente apuntó directamente contra el gobierno de Javier Milei:

"En Argentina, el mensaje de la política sigue siendo de la confrontación. El gobierno desatiende demandas urgentes en términos económicos y sociales. Desfinancia la salud y la educación y no promueve política de ingresos y de empleo para sectores expuestos a una pobreza extrema".

Martínez señaló que "la Argentina tiene más del 40% de informalidad" y que los sindicatos no son parte del problema, sino de la solución:

"Nosotros representamos a los trabajadores formales e informales. Queremos ser escuchados. Sabemos qué hacer. Promovemos un pacto entre la producción y el trabajo".

Pidió, además, que las políticas productivas y laborales se prioricen tanto como las fiscales o monetarias y sostuvo que la historia argentina demostró que el camino del diálogo social puede garantizar progreso:

"Nuestra historia nos hizo ejemplo de progreso y movilidad social ascendente a través del diálogo social tripartito. Es inadmisible que se pretenda deteriorar los derechos laborales o modificarlos".

También afirmó que han recurrido a la justicia y la acción sindical para frenar los retrocesos, y remarcó que los gremios tienen propuestas concretas:

"Tenemos propuestas y argumentos sólidos para resolver la ecuación de una sociedad salariada con formalidad, con derecho y competitiva".

En un mensaje dirigido tanto al ámbito político como al económico, reclamó una mesa de diálogo donde la voz de los trabajadores sea respetada, y sentenció:

"No definimos las políticas, pero somos quienes sufrimos las consecuencias de las malas decisiones".

Respecto a la situación social, fue contundente:

"La política pública debe contener a todos, especialmente a los que menos tienen y más necesitan. El consenso de la sociedad en torno de bajar la inflación debe ser el resultado del esfuerzo compartido y no del sacrificio exclusivo de los trabajadores, la clase media, los sectores más golpeados".

En el cierre de su intervención, Martínez también hizo referencia a los jubilados y al derecho de manifestarse:

"Los jubilados están expuestos a una doble violencia: por no tener ingresos dignos y también cuando se movilizan para defender sus derechos".

Finalmente, reclamó el libre ejercicio de la negociación colectiva y rechazó los intentos del gobierno de imponer techos salariales:

"Levantemos el cepo al salario. Ninguna fuerza política podrá resolver los problemas estructurales en soledad. Las trabajadoras y los trabajadores reafirmamos nuestro compromiso y el derecho a participar en el diseño de una sociedad más justa".

Y concluyó:

"Sostenemos la necesidad de una agenda de diálogo para una Argentina del desarrollo, la producción y el trabajo, con inclusión social, valores solidarios e igualdad de oportunidades".

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