Crisis. Cierra una histórica gráfica y el sindicato acusa al Gobierno de destruir la industria nacional

La Federación Gráfica Bonaerense (FGB) emitió un contundente comunicado en respaldo a los más de 200 trabajadores de la empresa Anselmo Morvillo SRL, tras el anuncio del cierre de su planta impresora ubicada en Avellaneda y la consecuente ola de despidos. Según el sindicato, la compañía atribuye esta drástica medida a una supuesta crisis económica que la habría dejado sin margen de maniobra. Sin embargo, la FGB rechaza de plano esta explicación y sostiene que se trata de una maniobra para trasladar el peso de las dificultades financieras exclusivamente a los empleados, ignorando el papel fundamental que estos han desempeñado en la trayectoria de la firma, clave en el sector gráfico durante más de cinco décadas.

En su denuncia, el gremio no solo cuestionó la legitimidad de los argumentos empresariales, sino que también acusó a Morvillo SRL de llevar adelante un "lockout patronal", una práctica que implica el cierre deliberado de las operaciones como medida de presión contra los trabajadores. En este contexto, el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires intervino rápidamente y dictó la conciliación obligatoria, un mecanismo legal que busca frenar los despidos y obligar a las partes a negociar una solución. Lejos de quedarse de brazos cruzados, la FGB reaccionó con celeridad y convocó a un plenario urgente de delegados, con el objetivo de coordinar acciones de solidaridad y diseñar una estrategia contundente para enfrentar lo que califican como un "ataque frontal a los derechos laborales y sindicales". En la mira del sindicato también está el gobierno de Javier Milei, al que señalan como un promotor de políticas que agravan este tipo de conflictos.

El cierre de la planta de Morvillo SRL no es un hecho aislado, sino que se inscribe en un panorama más amplio de dificultades que atraviesa la industria gráfica, golpeada por una combinación de factores económicos y decisiones políticas. La FGB advierte que este caso es un capítulo más en una ofensiva sostenida contra los trabajadores y la producción nacional, en un momento en que las políticas de ajuste económico implementadas por el gobierno nacional generan un clima de creciente tensión laboral. Para el sindicato, la situación en Avellaneda refleja una tendencia preocupante: empresas que, ante las primeras señales de adversidad, optan por sacrificar empleo en lugar de buscar alternativas que preserven la actividad productiva y los puestos de trabajo.

Con más de medio siglo de historia, Anselmo Morvillo SRL había sido hasta ahora un nombre reconocido en el rubro gráfico, gracias en gran parte al esfuerzo y la dedicación de sus empleados. Sin embargo, el anunció de su cierre pone en jaque no solo la estabilidad de cientos de familias, sino también el tejido industrial de una región como Avellaneda, históricamente ligada a la actividad fabril. La respuesta de la FGB, que combina presión gremial con el respaldo de la conciliación obligatoria, busca revertir esta decisión y visibilizar lo que consideran una injusticia.