16 de octubre de 2025
La Unión de Trabajadores del Instituto (UTI), gremio mayoritario del PAMI, realizó una concentración en el hall del edificio de Corrientes y Esmeralda para exigir la apertura de paritarias y una recomposición salarial urgente.
La Unión de Trabajadores del Instituto (UTI), gremio mayoritario del PAMI, protagonizó una nueva jornada de reclamo en el marco del plan de lucha que los trabajadores del organismo mantienen desde hace más de un mes. La concentración tuvo lugar en el hall central de la sede del PAMI, ubicada en Avenida Corrientes y Esmeralda, en pleno centro porteño, donde decenas de empleados y delegados se reunieron para exigir la apertura de paritarias y una recomposición salarial urgente.
La protesta estuvo encabezada por dirigentes y militantes de UTI, gremio conducido por Osvaldo Barreñada, y contó con el acompañamiento de representantes de APPAMIA, SUTEPA y ATE, que integran el Frente de Unidad del Instituto. Los trabajadores se congregaron durante el mediodía, rodeando los ascensores y el mostrador principal del edificio, con pancartas y cánticos que reclamaban "salarios dignos" y "respeto a los derechos laborales".
En el acto, uno de los discursos más contundentes fue el de Esteban "Yuyo" Ceballos, referente de UTI, quien expresó el hartazgo del sector frente al congelamiento salarial y la falta de respuestas por parte de las autoridades. "Aumenta el agua, el gas, la luz, pero nuestros salarios no aumentan. Aumenta el seguro, el transporte, el alquiler, pero nuestros salarios no aumentan", lanzó frente a los aplausos de sus compañeros.
El dirigente continuó su intervención señalando que la situación económica de los trabajadores se ha vuelto insostenible: "Aumentan lo que le tenemos que dar a nuestros viejos, porque no pueden vivir. Pero nuestro salario no aumenta", afirmó, haciendo referencia al impacto que la crisis tiene también sobre los jubilados a los que el PAMI asiste diariamente.
Ceballos remarcó que el reclamo lleva meses sin respuestas y que la paciencia del sector llegó a su límite. "Hace rato, 18 meses que aumentan las cosas, pero nuestro salario no aumenta. Porque cuando las trabajadoras y los trabajadores se enojan, hacen sonar el escarmiento. Queremos salario", concluyó con tono firme y el respaldo de los presentes, que repitieron su frase como consigna.
La concentración fue parte de una serie de medidas que los gremios del PAMI vienen sosteniendo desde septiembre, en un contexto de fuerte deterioro del poder adquisitivo y sin avances en las negociaciones paritarias. Según una nota publicada por Identidad Sindical el pasado 18 de septiembre, las organizaciones vienen realizando asambleas, ruidazos y jornadas de visibilización en todo el país, denunciando que los sueldos de los trabajadores del Instituto quedaron muy por debajo de la inflación.
Desde UTI reiteraron que la lucha continuará hasta obtener una respuesta concreta de las autoridades. "La única lucha que se pierde es la que se abandona", señalaron al finalizar la jornada, en medio de aplausos y cantos que resonaron en el corazón del edificio del PAMI, donde el reclamo por salarios dignos se hizo sentir con fuerza.
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