6 de agosto de 2025
A días de las elecciones en APL, Di Próspero muestra gestión, habla sin cassette y refuerza su liderazgo.
por
Leandro Blanco
El edificio de la Asociación del Personal Legislativo (APL) conserva esa sobriedad típica del sindicalismo histórico. En el cuarto piso, donde funciona el despacho del secretario general, Norberto Di Próspero recibe a Identidad Sindical en plena campaña electoral. La cita es directa: a pocos días de las elecciones del 19 de agosto, el dirigente apuesta por la continuidad, pero también por un mensaje claro hacia sus representados: "El pasado nos avala, el futuro nos convoca".
Su historia con el Congreso comenzó en 1984. En aquel entonces, estudiaba periodismo y su padre, ferroviario, esperaba que siguiera ese camino. Ya había rendido los exámenes para trabajar como boletero en la estación Caseros, pero la vida le ofreció otra ruta: Lorenzo Pepe, entonces diputado, lo incorporó a la comisión de la biblioteca legislativa. "Ahí me cambió todo", recuerda. Trabajó en la hemeroteca, atendiendo a historiadores, y no tardó en afiliarse a APL. A los pocos años, ya era delegado de comisión interna.
El recorrido sindical fue ascendente: secretario del Interior, candidato a secretario general en 2003 y electo con 39 años. Desde entonces, conduce el gremio. En 2016, su gestión fue revalidada con un contundente 87% de los votos.
"Cuando arranqué en los años '90, APL era un gremio muy cerrado. Hoy es todo lo contrario: todos los días recibo entre 40 y 50 compañeros y compañeras", señala con orgullo, marcando el contraste entre el sindicalismo de escritorio y el de puertas abiertas.
Con tono calmo pero firme, Di Próspero enfatiza que su liderazgo no se define por slogans, sino por hechos. Y en ese terreno, el dirigente despliega números: 65 aumentos salariales logrados por paritarias desde 2005, cobertura del 100% en prestaciones de la obra social DAS, medicamentos gratuitos para jubilados, y un fuerte desarrollo en capacitación, cultura, derechos humanos y diversidad.
"Decir la verdad es ser dirigente. No le podés mentir a la gente prometiendo lo que no se puede cumplir. El gremio lo construimos todos los días con gestión, con espalda, con verdad", remarca. Frente a un contexto económico adverso y con sectores que "arman listas aprovechando el enojo", Di Próspero insiste en que el desafío está en saber canalizar. "La gente la está pasando mal, pero el sindicalismo no puede improvisar. Tiene que leer la coyuntura y tener un proyecto".
En el plano institucional, subraya que APL es un gremio representativo, donde los trabajadores votan y trasladan ese mandato a quienes los representan. "No estoy contento de firmar una paritaria del 1,3%, pero lo hago sabiendo que mantengo los puestos de trabajo. Si echan a 5.000 compañeros, no los recuperamos más", explica.
También hay espacio para hablar de la CGT. "Tiene que haber un conductor. El último triunvirato sirvió para unificar, pero ahora hace falta un dirigente que represente a todos. No podés ir a un Congreso de la CGT sin un proyecto colectivo".
Frente al descreimiento generalizado, Di Próspero reivindica una manera de ejercer la dirigencia sindical que pone al trabajador en el centro. "En APL no preguntamos de qué partido es el compañero. Si tiene un problema, se lo resolvemos".
Antes de despedirse, repite una idea que resume su campaña: "Tenemos gestión. Tenemos respaldo. El pasado nos avala, pero lo que nos convoca es el futuro. Porque lo más importante es que no tocaron a ningún laburante".
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