6 de octubre de 2025

¿MERITOCRACIA?

¿MERITOCRACIA?. Cómo funciona el modelo de "paritarias por mérito" que Milei quiere copiar de EE.UU. y por qué sería un golpe al salario argentino

El Gobierno impulsa reemplazar los aumentos colectivos por negociaciones empresa por empresa, una reforma que, bajo el discurso del "mérito", amenaza con fragmentar salarios y debilitar a los sindicatos.

En las últimas semanas, el Gobierno de Javier Milei empezó a instalar un nuevo concepto en el debate laboral: las "paritarias por mérito". Bajo un lenguaje empresarial y con el argumento de "modernizar las relaciones de trabajo", la idea apunta a reemplazar las paritarias nacionales y sectoriales por negociaciones empresa por empresa. Detrás del discurso del mérito y la productividad se esconde una vieja receta: trasladar el modelo laboral estadounidense al mercado argentino, donde los sindicatos aún conservan un rol central en la defensa del salario.

Según el secretario de Trabajo, Julio Cordero, los aumentos deberían "reflejar la eficiencia de cada empresa y su capacidad de pago". Este esquema forma parte de la reforma laboral que el Gobierno proyecta para 2026, una iniciativa que busca descentralizar las negociaciones colectivas y dar mayor poder a las patronales para definir salarios y condiciones de trabajo dentro de cada firma. En los hechos, eso implicaría que los aumentos dejarían de ser uniformes para todos los trabajadores de un mismo sector, rompiendo la unidad salarial por convenio.

El modelo que Milei busca copiar se parece al de Estados Unidos, donde no existen paritarias sectoriales. Allí cada compañía negocia por su cuenta con los empleados -o directamente impone sus condiciones- bajo esquemas como los "performance bonuses" o los ajustes salariales internos. El resultado es un mercado laboral profundamente desigual: trabajadores que hacen la misma tarea pueden cobrar sueldos muy distintos según la empresa, y la sindicalización es mínima, apenas del 10 %, frente al casi 40 % en la Argentina.

En contraste, países como Alemania o Suecia sostienen sistemas de negociación colectiva fuerte, donde los salarios se discuten a nivel nacional o sectorial. Las mejoras por productividad se acuerdan de manera colectiva, beneficiando a todos los empleados de una planta o rama, no empresa por empresa. Así, los incrementos se vuelven una herramienta de distribución equitativa y no de competencia.

Para los trabajadores argentinos, el cambio tendría consecuencias profundas. Si las "paritarias por mérito" avanzan, los salarios se fragmentarían y las condiciones laborales dependerían del poder de cada empresa para negociar. Eso significa que las grandes corporaciones podrían imponer aumentos mínimos, mientras las pymes quedarían aisladas, sin respaldo de un convenio marco. Además, los aumentos podrían darse mediante bonos no remunerativos, lo que recorta aportes jubilatorios, aguinaldo y obra social.

Detrás de la idea de "meritocracia" se esconde un modelo de atomización sindical, donde cada empresa negocia por separado y el trabajador pierde el paraguas colectivo.

COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO

Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.

En vivo

"Con la Fuerza de los trabajadores" Acto de Axel Kicillof y el movimiento obrero

Subscribite para recibir todas nuestras novedades