ESTAFA. Un expolicía estafó a los padres de Lucas González y se llevó los $112 millones de la indemnización

Cuatro años después del asesinato de Lucas González a manos de una brigada de la Policía de la Ciudad, la familia del adolescente volvió a ser víctima. Un exintegrante de la Policía Federal, que se había acercado a ellos en los días posteriores al crimen para contenerlos y ofrecerse como apoyo, fue denunciado por vaciarles las cuentas bancarias y llevarse los $112 millones correspondientes a la indemnización que habían recibido en el juicio civil contra la fuerza porteña.

Según relató Mario González, el padre de Lucas, el hombre era un conocido del barrio: lo conocía del colegio y era vecino en Florencio Varela. Aprovechando el estado de shock en el que estaba la familia, se presentó diciendo que podía "protegerlos" porque, según él, los compañeros de los policías que habían sido condenados por el homicidio podían "hacerles la vida imposible". Así fue que se integró a su vida diaria: los acompañaba a todos lados, los custodiaba y se volvió una figura cercana en los momentos de mayor vulnerabilidad emocional.

Con el tiempo, y ya con la confianza ganada, les hizo un pedido clave. Alegando "cuestiones de seguridad", les dijo que era mejor que ellos no manejaran directamente el dinero y les pidió las claves de sus cuentas bancarias. La familia accedió. Ese fue el paso que le permitió, posteriormente, vaciar tanto la cuenta de Mario como la de su esposa, donde el Gobierno porteño había depositado la indemnización.

La estafa se confirmó cuando el padre de Lucas fue al banco y descubrió que las cuentas estaban en cero. Poco antes, el expolicía había llamado para intentar explicar lo sucedido: "Las cosas salieron mal hermano. Hice inversiones de alto riesgo. Te pido perdón", le dijo por teléfono, en un intento de justificar el robo. La causa ya está en manos de la Justicia y el abogado de la familia anticipó que se presentarán nuevas pruebas para agravar la acusación.

Lucas González, de 17 años, había sido asesinado en noviembre de 2021 cuando una brigada policial abrió fuego sin identificarse ni dar advertencia contra el auto en el que viajaba con amigos. En 2023, tres policías fueron condenados a prisión perpetua y otros recibieron penas por encubrimiento y torturas en grado de tentativa.