ESCUELA TÉCNICA . En la Argentina de Milei, la educación técnica quedó sin financiamiento propio

La aprobación del Presupuesto nacional marcó un punto de quiebre para la educación técnica en la Argentina. El Gobierno de Javier Milei derogó el fondo específico que garantizaba financiamiento propio a las escuelas técnicas y a los centros de formación profesional, una herramienta clave que había sido conquistada hace más de dos décadas para sostener un sistema educativo estratégico.

En todo el país funcionan más de 1.700 escuelas técnicas y cientos de centros de formación profesional, que forman a jóvenes y adultos en oficios y especialidades vinculadas al entramado productivo. El fondo especial, creado por ley, permitía comprar insumos, renovar maquinaria, sostener talleres y garantizar prácticas profesionalizantes. Con su eliminación, el sector queda expuesto a partidas generales, atravesadas por el ajuste y sin previsibilidad.

Desde la comunidad educativa advierten que la educación técnica no puede funcionar sin inversión constante. A diferencia de otros niveles, los talleres requieren equipamiento costoso, mantenimiento permanente y actualización tecnológica. "No se trata solo de pagar salarios, sino de garantizar condiciones reales para enseñar y aprender un oficio", señalan docentes y directivos del sector.

El impacto del recorte trasciende el ámbito escolar. Las escuelas técnicas cumplen un rol clave en la formación de mano de obra calificada para la industria, la construcción, la energía y los servicios. La pérdida de financiamiento amenaza con profundizar la desconexión entre educación y trabajo, en un contexto de caída del empleo, apertura de importaciones y retroceso de la producción nacional.

Especialistas en educación advierten que desmantelar la educación técnica tiene consecuencias de largo plazo. La experiencia histórica muestra que revertir este tipo de retrocesos puede llevar años o incluso décadas. La formación técnica requiere políticas sostenidas, planificación y recursos estables, algo incompatible con una lógica de ajuste permanente.